Los
vinos ecológicos son aquellos que se elaboran a partir de uvas cultivadas
siguiendo los estándares y normativas de la agricultura ecológica. Deben seguir
un proceso natural desde que se cortan las uvas hasta que salen embotellados
por la puerta de la bodega. El principal objetivo es el de preservar el medio
ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar sus
propiedades naturales a las uvas.
Principales
características:
Se
evita el uso de fertilizantes de síntesis química, pesticidas y herbicidas
industriales. Se permite el uso de levaduras autóctonas y también el uso de
clarificantes autorizados de origen natural.
Respeta
el ritmo natural de la vid y se ayuda del mismo ecosistema para evitar el uso
de fertilizantes y plaguicidas de síntesis química. El principal objetivo es el
de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y
proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales. En una palabra
sostenibilidad. Para garantizar una buena salud fitosanitaria se puede
utilizar:
- Feromonas. Una técnica de confusión sexual
para luchar contra las plagas como la polilla de la uva.
-
Caldo bordelés para luchar contra el Mildiu. Este punto es quizás el más
controvertido en la agricultura ecológica y biodinámica ya que aunque es un
producto de origen natural y cuyas dosis se han reducido muchísimo a lo largo
de los años (dosis máxima permitida de 6 kg Cu/Ha promedio de 3 años) no deja
de ser un metal pesado.
-
Azufre para combatir el hongo Oídio.
Las
uvas deben estar certificadas como ecológicas de conformidad con los
Reglamentos de la UE (núm. 834/2007, 1234/2007 y 606/2009).
El
uso de sulfitos, así como el resto de requerimientos para que un vino pueda ser
certificado como ecológico, está limitado por las entidades reguladoras. En
este sentido, en España se permite un máximo de 100mg/l en los vinos tintos y
de 150mg/l en los blancos y rosados. A nivel de exportación, sin embargo,
existen entidades legisladoras adicionales que limitan todavía más la cantidad
máxima de sulfitos.
Los
tapones, los cierres de las botellas de vinos ecológicos deben ser de corcho
natural, y no con materiales sintéticos o metales. El corcho mantiene intactas
las propiedades del vino y además contribuye a la explotación responsable y al
mantenimiento de los alcornoques del entorno de las viñas.
Las
uvas deben ser recogidas a mano, todo el proceso de cultivo de las vides y de
recolección de las uvas debe hacerse manualmente, sin utilización de vehículos
agrícolas.
Para
que una bodega pueda obtener la certificación, sólo debe elaborar vinos
ecológicos y en el caso de tener vinos no ecológicos en la bodega, debe pasar
unos estrictos controles de trazabilidad para garantizar la separación de ambos
tipos de vinos. En el caso del viñedo las unidades ecológicas de un mismo
viticultor para cada variedad deben mantenerse separadas de aquellas no
ecológicas.