Los
vinos biodinámicos son un tipo de vino que siguen los principios de Rudolf
Steiner, fundador de la agricultura biodinámica. Este tipo de agricultura busca
el equilibrio con el ecosistema, preservar la diversidad biológica y la
recuperación de la actividad microbiana del suelo.
Los
vinos biodinámicos se hacen respetando los ciclos de la naturaleza y el
calendario lunar y astral, para determinar las épocas de siembra, cura y
cosecha de la uva, buscando el equilibrio con el ecosistema.
Características
de los vinos biodinámicos:
Se
evita el uso de fertilizantes de síntesis química, pesticidas, fungicidas y
herbicidas industriales. En su lugar, se utilizan preparados vegetales y
minerales, como el compost en cuernos de vaca enterrados, para la
fertilización.
Se
rigen del calendario astronómico para determinar las épocas de siembra, cura y
cosecha de la uva, buscando el equilibrio con el ecosistema.
A
nivel de elaboración, pueden añadirse sulfitos siempre y cuando respeten los
máximos regulados, se permite el uso de levaduras autóctonas y también de
clarificantes autorizados de origen natural.
En
un estudio publicado en 1993 por John Reganold, en el que compara la
agricultura tradicional con la biodinámica, se demuestra que la calidad del
suelo era superior y tenía mucha más actividad que uno de agricultura
tradicional, aunque no se pudo constatar que el viñedo fuera más “eficaz” que
otro 100% orgánico.
Los
dos principales organismos certificadores son: en Estados Unidos DEMETER, la
organización líder en certificación biodinámica y en Europa lo el organismo es
Biodyvin.